Cristina Mesa y Pablo Navarro han sido nuestros primeros voluntarios de larga duración en Ghana. Un proyecto piloto antes de que la ONG Bonwe fuera reconocida como Agente de Cooperación al Desarrollo Internacional por la AACID (Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo) el pasado 19 de diciembre de 2022. Su viaje de cuatro meses a Ghana, donde gracias a una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, han trabajado en la embajada de Accra (Ghana), les ha permitido conocer los dos poblados en los que desarrollamos nuestros proyectos: Onwe y Boayase. El 7 de octubre de 2022, Cristina y Pablo viajaron desde Accra hasta Kumasi recorriendo 240 kilómetros, para acercarse a los poblados de Onwe y Boayase, y poder alojarse más cerca del destino de su visita. El lamentable estado de las carreteras no facilita la cercanía de los pueblos y aldeas rurales, que en muchas ocasiones no están ni geolocalizados en el mapa. El 8 de octubre, tras su visita a los pueblos de Onwe y Odaho, Cristina y Pablo conocieron por fin Boayase. El traslado no hubiera sido posible sin la inestimable ayuda y compañía de Agyei, presidente de la contraparte de la ONG en Ghana (NGO Bonwe Ghana), y de Thomas, amigo de Agyei, y conductor del todoterreno que les llevó hasta Onwe y Boayase. “Boayase es uno de los poblados rurales que en peores condiciones hemos visto” explican Cristina Mesa y Pablo Navarro. El poblado, que se encuentra entre los poblados de Sekodumase y Bemi, pertenece a la Región de Ashanti, al norte de Kumasi, que es la zona o distrito al que pertenece Boayase. “Hay que tener en cuenta que Boayase no es un pueblo como tal, sino un asentamiento. Sus habitantes vienen del norte, de pasar dificultades con los cultivos, entre otras cosas por el cambio climático. Poco a poco la comunidad fue creciendo y las familias crearon pequeñas granjas. Sin embargo no es fácil localizarlo en el mapa, y nosotros como ONG tuvimos que geolocalizarlo vía satélite, porque no está registrado en ningún lugar como pueblo” explica Inma S. Robles, presidenta de la ONG Bonwe España. Sed de vida: construcción de un pozo en BoayaseEl proyecto “Sed de Vida” para la construcción de un pozo de energía fotovoltaica en Boayase responde a la necesidad de la falta de agua (y de agua potable) en la comunidad. Agyei Darko planteó como emergencia sanitaria la construcción de un pozo porque desde abril de 2021 el río se había secado. “Nos contó que hacía veinte años que no sucedía, pero a partir de abril de 2021 los habitantes de Boayase se vieron obligados a recorrer 6 kilómetros por la mañana y 6 por la tarde para recoger agua del río más cercano. Además de la larga distancia, las condiciones de potabilidad del agua eran inexistentes” recalca Inma S. Robles. “Es increíble lo poco que nos damos cuenta de la facilidad que tenemos para abrir un grifo y que salga agua. Para beber, cocinar, lavarnos, etc. Ellos no lo tienen y pasan sed” explica Cristina Mesa. “Después de la construcción del pozo su vida ha cambiado por completo, al poder tener agua a escasos metros de la puerta de su casa” añade. Sin embargo, aún hay algunos retos que cumplir en este proyecto, como el análisis de la calidad del agua. “Lo que bebían antes estaba lleno de parásitos y desde la instalación del pozo Agyei reconoce que nadie se ha puesto malo, pero aún hay que hacer un estudio de los sedimentos que tiene el agua que se extrae” indica la presidenta de la ONG Bonwe Ghana. Y es que aunque el sistema inmunitario de sus habitantes está acostumbrado a la ingesta de agua con ciertos parásitos, la realidad es que cuando los voluntarios se desplazan a estas zonas, se les indica que no beban agua que no esté embotellada. “Las pastillas potabilizadoras o hervir el agua no sirve en todos los casos y algunos parásitos pueden llegar a generar infecciones que arrastres toda la vida o que acaben con ella. Sobre todo porque no estamos acostumbrados. Es muy importante viajar a estos países vacunado, tomar todas las medidas de precaución posible y observarse una vez regreses a tu país de origen por si se manifiestan síntomas anómalos en la salud” concluye Inma S. Robles. Otro de los retos es conseguir extraer la cantidad aproximada de 5.200 litros diarios de agua, que se estimó para el correcto bienestar de la comunidad de Boayase. Hasta la fecha se calcula que se extraen unos 3.700 litros, que se destinan para la comida y bebida de sus habitantes, por lo que se aprovecha la recogida fluvial de los tejados en grandes bidones para los cultivos y para dar de beber a los animales. Esto se puede hacer en la época de monzones. Próximos retos en la comunidad rural“Agyei cree que la siguiente prioridad es la recaudación de fondos para crear granjas de cultivos, para que los habitantes de Boayase coman, pero también para vender los productos a otras comunidades” explica Inma S. Robles. Sin embargo, Cristina Mesa y Pablo Navarro coinciden en la falta de baños para una correcta higiene. “No hay baños en la escuela ni en las casas, solo uno en la calle y son cuatro palos de madera” comenta Pablo Navarro. “Habría que instalar varios baños de obra, con sus lavabos y duchas, y separarlos por sexo, sobre todo por los tabús que hay con la menstruación femenina” añade la presidenta. Otro de los retos es establecer una base de la ONG en Ghana donde los voluntarios puedan trabajar y desplazarse más fácilmente a cualquiera de los poblados en los que trabajamos. Las carreteras y el acceso a internet dependen completamente del Gobierno, por lo que se hace tan necesario que los voluntarios puedan alojarse y trabajar en un lugar bien comunicado, con todas las garantías y comodidades mínimas para su estancia. “Kumasi está a unas 7 horas de Boayase y creo que sería la zona perfecta para alojarse” indica Pablo Navarro.
En Ghana les esperan con los brazos abiertos en su próxima visita, que esperamos sea más pronto que tarde. ¡Gracias por vuestra implicación en la ONG Bonwe!
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Autores- Elena Marticorena (responsable de #equipocomunicación de #bonwe. Archivos
Junio 2023
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