En 2023 se cumplen 75 años de la firma de la Declaración de los Derechos Humanos y por ello las Naciones Unidas nos invitan a celebrarlo y conocer el documento. Como curiosidad, está traducido a 500 idiomas lo que le valió un récord Guiness, pero lo más importante es su contenido. Su primer punto nos dice: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”. Sin ánimo de repetirnos es toda una declaración de intenciones. Este año su lema es: “Dignidad, libertad y justicia para todos”. Se quiere acercar la carta a todas las personas para que participen de un activismo real que ayude a abordar los problemas que aún existen en materia de derechos humanos. En Senegal, que fue colonia francesa hasta su independencia en 1960, la esclavitud fue abolida en 1848 aunque pervivió hasta fines del siglo XIX. Unos años antes, en 1807, los ingleses la prohibían de Ghana, una de sus colonias hasta 1957. Estas dos fechas fueron un paso importante para el avance de los derechos fundamentales. Al no existir el trabajo forzado muchas más personas pudieron acceder paulatinamente a la educación y a trabajos remunerados con los que salir adelante. Se ha recorrido un largo camino en la lucha por conseguir estos derechos y en la actualidad los retos a los que se enfrenta la sociedad del siglo XXI están centrados en las mujeres, la infancia, los migrantes y otros grupos vulnerables. Para ello los gobiernos no están solos y cuenta con la Oficina Regional de los Derechos Humanos de África Ocidental que los ayuda en proyectos de desarrollo. Su sede está en Dakar y asesora también a Ghana, Gambia y Mali entre otros. El acceso a la educación de niños y adultos es una pieza clave para el desarrollo personal. La sanidad y la salud, también son un derecho prioritario, el empoderamiento de las mujeres y de las comunidades rurales es otro punto a tener en cuenta. Estos cambios han provocado situaciones que hace algunas décadas serían impensables, como el hecho de que las mujeres de muchos hogares de Ghana sean quienes traigan el dinero a casa. Esto ocurre en las ciudades y en el campo y ya no es el hombre, el cabeza de familia en la mayoría de estos países, quien mantiene siempre a la familia. El cambio climático y sus consecuencias económicas y sociales van en detrimento de estos derechos, y por ello este es otro de los retos contra los que hay que luchar para que todos podamos acceder a ellos: una vivienda digna, agua potable, alimento, y trabajo entre otros. En Bonwe creemos en la importancia fundamental de los derechos. Y también en el papel de ayuda y apoyo que realizan todas las ONG en estos temas: la sensibilización, el trabajo de campo, la formación, la innovación y los proyectos, son algunas de las acciones que llevamos a cabo para que los derechos humanos sean cada vez más reales. Lo que nos ha traído hasta aquí ha sido buscar lo que nos une y no lo que nos separa, ya que la solidaridad entre personas ha logrado grandes triunfos y son la baza que puede llevarnos a un futuro mejor. Ainhoa González de Alaiza.
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Autores- Elena Marticorena (responsable de #equipocomunicación de #bonwe. Archivos
Junio 2023
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